martes, 24 de abril de 2018



Estamos en mayo,
acá todavía hace calor,
las abejas comen de las flores rojas,
mientras yo,
con el cuerpo hundido en la silla de jardín,
pienso en tu silencio,
y trato de hacer un veneno
que termine,
de una vez por todas,
con el verano más fabuloso que tuve.




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